La Asamblea insta a la Junta a regular la instalación de desfibriladores en instalaciones y espacios públicos y privados.
Aprobada por unanimidad de todos los grupos políticos la propuesta de Ciudadanos que pide que sean obligatorios con el fin de salvar vidas.
“A partir de hoy sí que vamos a ser un poco más útiles a la vida de la gente y nada mejor que esta futura normativa que obligará a que los equipamientos, instalaciones o centros o servicios que cuenten con una determinada afluencia de personas, a tener desfibriladores que ayudarán a salvar vidas”, declaró la portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Extremadura, Victoria Domínguez, después de que la Cámara aprobara, por unanimidad de todos los grupos políticos, la propuesta de impulso defendida ante el pleno. La resolución, agregó contribuirá a hacer de Extremadura “una región más ‘cardioprotegida’”.
Con ella, la Asamblea insta a la Junta de Extremadura a tramitar y a aprobar, a lo largo de 2016, una normativa que regule la obligatoriedad de implantar desfibriladores semiautomáticos en lugares de de uso público fuera del ámbito sanitario.
La iniciativa de Ciudadanos tiene su origen en las acciones puestas en marcha por los IES ‘Valle del Jerte’ y Virgen del Puerto’, de Plasencia, para recaudar fondos y poder comprar un desfibrilador semiautomático después de que el 23 de octubre pasado, un alumno del primero entrara en parada cardio respiratoria y fuera reanimado por profesores y personal hasta la llegada del 112.
“Extremadura cuenta con un decreto que regula el uso de estos desfibriladores pero, a diferencia de otras comunidades, no tiene una normativa que regule la obligatoriedad de instalar desfibriladores en centros comerciales educativos, grandes superficies o terminales y recintos donde hay gran afluencia de personas, con lo que la resolución tomada a iniciativa de Ciudadanos contribuirá a mejorar la situación”, declaró Victoria Domínguez.
Este recordó que los desfibriladores son “el único tratamiento eficaz contra la fibrilación ventricular como queda demostrado científicamente, lo que hace más recomendable su instalación fuera del ámbito hospitalario en lugares donde concurran o puedan concentrarse gran número de personas”.
En este sentido, indicó la última normativa en vigor, aprobada por el País Vasco recientemente, fija el listón para obligar a tener desfibriladores semiautomáticos externos a superficies comerciales de más de 700 metros cuadrados.